Hablemos de Balada de pájaros cantores y serpientes de Suzanne Collins
Os traigo la reseña de la primera precuela de Los juegos del hambre, Balada de pájaros cantores y serpientes, escrita por Suzanne Collins para contarlos la historia del villano de la saga, Coriolanus Snow.
En español los encontramos publicados por el sello Molino (Grupo Penguin Random House ) y la traducción está hecha por Pilar Ramírez Tello y Manuel de los Reyes.
La ambición será su motor. La rivalidad, su motivación. Pero alcanzar el poder tiene un precio.
La precuela de «Los Juegos del Hambre».
LA SAGA CON MÁS DE 100 MILLONES DE LIBROS VENDIDOS EN TODO EL MUNDO.
Es la mañana de la cosecha que dará comienzo a los décimos Juegos del Hambre. En el Capitolio, Coriolanus Snow, de dieciocho años, se prepara para una oportunidad única: alcanzar la gloria como mentor de los Juegos.
La casa de los Snow, antes tan influyente, atraviesa tiempos difíciles, y su destino depende de que Coriolanus consiga superar a sus compañeros en ingenio, estrategia y encanto como mentor del tributo que le sea adjudicado. Todo está en su contra...
RESEÑAS
La historia de Balada de pájaros cantores y serpientes nos presenta a un joven Coriolanus Snow, aún lejos de la imagen de presidente implacable que conocemos en la trilogía original. Con tan solo 18 años, Snow es un joven ambicioso que busca restaurar el honor de su familia, que se ha deteriorado tras la guerra. Su oportunidad llega cuando es asignado como mentor en los Décimos Juegos del Hambre, donde debe guiar a Lucy Gray Baird, la tributo del Distrito 12. Lucy no es una luchadora convencional, sino una talentosa cantante que usa su carisma y astucia para sobrevivir en un sistema cruel y despiadado. A medida que avanza la competencia, Snow se enfrenta a dilemas morales que revelan su evolución hacia la frialdad y manipulación que definirán su futuro.
Uno de los puntos más llamativos de la novela es la construcción del Capitolio en su etapa temprana. Es fascinante ver las diferencias con la trilogía original, un Capitolio aún en recuperación tras la guerra, donde los Juegos del Hambre son un espectáculo rudimentario y animal que no le interesa a la gente, más que el espectáculo público extravagante que llegarán a ser. La forma en que la violencia es presentada de manera tan cruda y brutal contrasta con la evolución posterior del evento hacia un show más teatralizado, aunque en el fondo igual de violento.
En cuanto al ritmo, la novela resulta bastante lenta, especialmente en su segunda mitad. La narración se vuelve densa y, en ciertos tramos, pesada, lo que puede hacer que la lectura pierda fluidez. Sin embargo, esto se compensa en parte con la profundidad psicológica del protagonista y su transformación progresiva.
La evolución de Snow es uno de los aspectos más intrigantes de la historia. No es un personaje que pasa de ser "bueno" a "malo" de forma drástica, sino que desde el inicio tiene pensamientos discriminatorios y una visión elitista del mundo. Estas ideas se van acrecentando conforme avanza la trama, alimentadas por sus conversaciones con la Doctora Gaul, los ataques rebeldes y su propia experiencia con los Juegos. Es impactante la forma en que elige moldearse a sí mismo en función del sistema corrupto en el que vive, no como una víctima de las circunstancias, sino como alguien que decide aprovecharse de ellas. Elige ir convirtiéndose en un tirano porque, en vez de luchar contra el sistema como sí hace su compañero Sejeanus para cambiarlo, lo utiliza a su favor para conseguir más poder a costa del sufrimiento de otros. Me resulta sorprendente que haya lectores que intenten justificar sus acciones o defenderlo, cuando es el ejemplo perfecto de la radicalización social de los jóvenes.
Otro aspecto que destacaría es la relación entre Snow y Lucy Gray. No se plantea un romance idealizado entre ellos, es más bien un juego de poder. Lo que Snow siente por Lucy no es amor, sino una mezcla de curiosidad y, más adelante, posesión. Lucy, por su parte, es coqueta y juguetona, pero nunca muestra sentimientos profundos hacia él. Basta con observar la dinámica entre ambos para darse cuenta de que no hay una historia romántica como tal, sino una relación basada en el poder y la manipulación.
Uno de los puntos débiles de la novela es la falta de perspectiva de Lucy Gray. Dado que la narración está en tercera persona, habría sido interesante conocer más sobre sus pensamientos y motivaciones. Sin embargo, el relato se mantiene centrado en Snow, dejando a Lucy como una figura enigmática de la que solo sabemos lo que él percibe.
En términos de temas tratados, Balada de pájaros cantores y serpientes explora con profundidad cuestiones como el poder, la moralidad, la manipulación y el papel de la propaganda. A diferencia de la trilogía original, que tenía un enfoque más centrado en la acción y la resistencia, esta precuela es más política y psicológica. Dependerá del lector que le guste más o menos esta perspectiva, a mi no me ha llegado a entusiasmar, pero tampoco me a disgustado.
En definitiva, Balada de pájaros cantores y serpientes es una novela que aporta una perspectiva diferente y enriquecedora al universo de Los juegos del hambre. Aunque su ritmo pueda resultar lento en algunos momentos, su exploración de los orígenes de Snow y la construcción de un Capitolio en transformación la convierten la convierte en un aporte muy bueno para conocer más el mundo de Collins. No es una historia de redención, sino el retrato de cómo un hombre decide convertirse en el villano que conocemos, eligiendo el poder y la manipulación por encima de cualquier principio moral.
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