Hablemos de Amor a contrarreloj de Raquel Tirado

Os traigo la reseña de un libro autoconclusivo que salió a principios de mes y me encanto. Se trata de Amor a Contrarreloj de Raquel Tirado, autora de la que estoy leyendo cada vez más libros últimamente porque me encanta su forma de narrar. 

Esta publicado por el sello Fandom Books (Grupo Anaya ) y al portada esta hecha por eVostudio, que es una absoluta maravilla porque tiene detalles de todas las cosas que aparecen en el libro.


Aquí os dejo la sinopsis: 

Cuatro amigos. Un plan: echarse novia antes del efecto 2000 Septiembre de 1999 pasará a la historia como el mes en que Percival, Simón, Rafa y Aitor comenzaron a estudiar en un instituto mixto. Perci cree que es la oportunidad perfecta para que los cuatro encuentren novia a la vez. ¡No van a ser los únicos pringados que jamás han estado con una chica! Así, se fija en Zoe, que además de ser guapa e interesante, tiene tres amigas perfectas para completar el plan «Amor a contrarreloj». Aitor y Rafa parecen convencidos... pero Simón no quiere echarse novia. Ni que lo haga Perci. ¿Arriesgarías la amistad perfecta a cambio del amor verdadero?

·| AMOR A CONTRARRELOJ |·


Amor a contrarreloj es una novela que destaca, ante todo, por su cuidada ambientación y el gran trabajo de documentación que ha hecho la autora. Raquel Tirado logra transportarnos con acierto a los años 2000, concretamente a 1999, justo antes de la entrada del nuevo siglo. Me ha encantado ver las teorías conspiratorias, las frases de ligar de las revistas y los comecocos (que en realidad ya conocía porque eso consiguió sobrevivir y los niños de los 2000 también lo teníamos). La historia respira nostalgia y autenticidad, permitiendo al lector sumergirse de lleno en aquella época.

Uno de los aspectos más originales, que caracteriza a varias novelas de esta autora (Como Perdón por no ser Julieta) es la elección de los títulos de los capítulos: cada uno corresponde a una canción popular de los 2000, lo cual no solo aporta un guiño musical constante, sino que también ayuda a construir la atmósfera emocional de cada escena. Además las partes del libro están divididas en una Cara A y Cara B como en las cintas de caset. Es un recurso que funciona muy bien y hacer que el lector conecte porque tiene una lista de música constante de la vida de los personajes.

La trama es ágil y entretenida, perfecta para una lectura ligera, narra los típicos eventos que hacen (casi) todos los adolescentes: las fiestas y botellones, la elección del delegado, los trabajos en grupos y el pasarse notas en clases, pero con momentos de profundidad emocional que aportan mucho valor. Los capítulos que giran en torno a Simón y su proceso de aceptación son bastante bonitos. Personalmente, me he sentido muy identificada con este personaje y sus dilemas, lo que ha hecho que su evolución me tocara especialmente. Percival es el otro narrador y protagonista, con el que también he sentido cierta conexión cuándo hablaba de su abuelo (a mi también me crio la mía por un tiempo) y no voy a negar que lloré cuando su abuelo enfermó.

Por otro lado, hablando de ambos protagonistas, también me han desquiciado en muchos momentos. Son personajes bien construidos y coherentes con su personalidad, pero eso no quita que tengan comportamientos dañinos para ambos. Percival deja bastante que desear como amigo en varias ocasiones, por mucho que este obsesionado con su plan y buscar novia, hay cosas que no se hacen a los amigos como compartir los lugares especiales. Simón tampoco se libra de la crítica, no ir al hospital directamente con lo del abuelo para mi fue un error tremendo, por muy enfadados que estuvieran. Sin embargo, me he dado cuenta de que en realidad es un comportamiento bastante típico en chicos adolescentes (incluso hoy en día), dejar bastante de lado al resto cuando les gusta una chica (o cuando creen que les gusta). Por ello, aunque a veces me parecían super frustrantes y no compartía sus motivaciones, creo que están bien construidos. 

Finalmente entre los personajes secundarios, Rafa brilla con luz propia. Es imposible no cogerle cariño: su ternura, su lealtad y su forma de estar siempre para los demás lo convierten en el favorito indiscutible. Es un personaje que deja huella y que, seguramente, se ha ganado el corazón de muchos lectores. Zoe también me parece una chica increíble y con una madurez emocional que le falta a Percival y a Simón. Se robaba las escenas del grupo de chicas porque llamaba la atención su personaje por encima de cualquiera.

•| CONCLUSIONES |• 

En definitiva, Amor a contrarreloj es una novela que mezcla con acierto nostalgia, amistad, representación y crecimiento personal. Raquel tiene una forma de narrar cercana y cálida, y creo  que es un libro ideal para quienes buscan una historia que entretiene y, al mismo tiempo, deja espacio para la reflexión sobre la identidad y la aceptación de uno mismo. 

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